El conocimiento "vulgar" del Derecho no es otra cosa que la percepción que tiene el ciudadano común y es lo que cada uno de nosotros quiere cambiar con el aprendizaje en el aula de clase.
Quien
haya tenido en sus manos un libro de psicología general, sin llegar a ser un
experto en la materia, sabrá que existen en el ser humano el conocimiento vulgar y el conocimiento científico.
El
conocimiento o saber “vulgar” de un objeto,
ciencia o técnica, es el que tiene una persona sin la preparación especial y esta
derivado de la experiencia misma de la vida. Saber que al día le sucede la
noche, que el fuego quema, que el reloj indica la hora, o conocer un remedio “infalible"
contra el dolor de estómago, son ejemplos del saber vulgar.
El conocimiento jurídico “vulgar” entre
otros aspectos, es el concepto del Derecho que tiene la generalidad de las
personas y esta limitado a la ley, al decreto, a la ordenanza municipal, al
reglamento de transito, al contrato, a la compra-venta, etc., y al carácter
obligatorio de estas disposiciones legales. También se refiere al conocimiento
de casos particulares ventilados y resueltos en los tribunales o en las
notarias.
Por otra parte, el conocimiento jurídico “científico”
se podría aclarar mediante un ejemplo sencillo: una persona, por el hecho de
haber celebrado un contrato de alquiler, sabe cómo se realiza, qué cláusulas
contiene, etc., lo que configura un conocimiento vulgar. Pero, si sobre esa
base nos remontamos al estudio del régimen jurídico de ese contrato en nuestras
leyes, jurisprudencia, etc. y más aún, al análisis de los elementos de contenido
de todo contrato, estaremos haciendo “Ciencia
del Derecho”.
Claro
esta que las personas que dominan este tipo de derecho no son otra cosa que los
estudiosos, los jurisconsultos, los profesores, los abogados y los doctrinarios
de la materia.
Lo
digo porque la reflexión a la que me lleva todo esto es a preguntarme que tipo
de abogado quiero ser ¿doctrinario o interpretativo?, interpretativo porque la
interpretación jurídica (o Técnica
Jurídica), es la que utilizamos para determinar el sentido y el alcance de
las normas jurídicas, es la actividad intelectual encaminada al esclarecimiento
del verdadero sentido de una Norma legal.
Hago
esta reflexión porque me doy cuenta que no todos los que estudiamos Derecho, perseguimos
la misma meta o tenemos la misma finalidad.
Habrá
quien desea realizar el sueño de convertirse en abogado para darle un buen
ejemplo a sus hijos, otros lo harán por la satisfacción personal de ver
realizado un sueño, o una vieja aspiración., otros para mejorar su empleo, y
otros más por vocación.
Entiendo
que la formula que lleva a la doctrina no es mas que el estudio y la reflexión
del derecho, su origen, su filosofía; y su efecto o consecuencia en la
sociedad.
Tal
vez algunos de nosotros elijamos la “Técnica
Jurídica” y decidamos llevar a la práctica solamente lo aprendido en el
aula de clases. No lo se., creo; porque así me lo han dicho los que considero
buenos profesores y porque también lo he leído en algunos libros, que la mejor
formula para ejercer el Derecho es el estudio.
".. Solamente el
estudio del Derecho es lo que puede llevarnos a ser unos Abogados
exitosos".
Comisario. Jesús A. Chuecos R.
Investigador Privado / Tec. Esp. Cs. Policiales.
Investigador Privado / Tec. Esp. Cs. Policiales.
Estudiante de
Derecho.
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